Diario

Zambúllete en busca de sueños
Hoy no solo celebro mi nacimiento. Celebro también el de mi abuela materna: una mujer de manos suaves y fe serena, que lleva a su familia en su ser y en la oración diaria.
Ella me crió con una ternura hecha de gestos más que de palabras, sosteniéndome en los días grises y susurrándome, en incontables ocasiones, que debo seguir los dictados de mi corazón.